Entre el desierto
Y el más bello espejismo
Encontrábase el palacio.
Allí él fue bautizado
Y recibió su nuevo nombre
De los labios de una mujer.
(La cortesana de un reino partido)
No lo fue revelado,
Lo que él quería tener
No podía ser poseído.
Se quedó
Bajo las garras de un tigre:
Un flagelo inútil.
El sol cegó sus ojos,
Las escarpas conspiraban.
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